Noticias septiembre 23-30, 2023

En el contexto del mes de septiembre, surgen inquietudes significativas sobre la represión gubernamental, las confiscaciones y el aumento numérico de las fuerzas represivas en Nicaragua. Estos acontecimientos plantean preguntas urgentes sobre el estado de la democracia y la libertad en el país, generando preocupación tanto a nivel nacional como internacional.

En este resumen de la cuarta semana de septiembre se continúa evidenciando la situación delicada en Nicaragua. Las preocupaciones sobre la represión gubernamental, las confiscaciones y el aumento numérico de las fuerzas represivas se entrelazan con los vínculos con regímenes dictatoriales, planteando graves cuestionamientos sobre el estado de derecho y los derechos humanos en el país.

Estos eventos subrayan la urgencia de una atención internacional sostenida y una acción conjunta para abordar estas violaciones y defender los valores fundamentales de la democracia y la libertad en Nicaragua.

Confiscaciones solapadas en Nicaragua: la trágica pérdida del INCAE

En Nicaragua, la sociedad civil se enfrenta a un grave desafío: las confiscaciones solapadas llevadas a cabo por el gobierno de Daniel Ortega. Estas acciones, disfrazadas como medidas legales, tienen como objetivo silenciar la disidencia y eliminar las voces críticas en el país. Recientemente, el régimen de Ortega tomó medidas drásticas contra el prestigioso INCAE, una destacada institución educativa en América Latina, como represalia por sus comentarios sobre la crisis sociopolítica que vive el país desde 2018.

El 25 de septiembre del año en curso, el gobierno de Ortega canceló y confiscó el campus de Managua del INCAE, una de las mejores escuelas de negocios de la región. Esta decisión no solo representa una pérdida educativa para Nicaragua, sino también un golpe a la libertad académica y a la diversidad de opiniones en el país. Este acto autoritario no solo ha privado a los estudiantes nicaragüenses de una educación de calidad, sino que también ha despojado a la sociedad civil de una institución vital para el desarrollo empresarial y económico del país. Además de eliminar una importante institución educativa, esta confiscación incluye un valioso terreno que albergaba no solo aulas, sino también residencias, una cafetería, un consultorio médico, una biblioteca, salas de estudio, un edificio administrativo y muchas otras instalaciones esenciales para la educación superior. Este hecho no solo representa una pérdida para el ámbito educativo, sino también un ataque directo a la diversidad de pensamiento y la libertad académica en Nicaragua.

Este trágico episodio subraya la urgencia de abordar las confiscaciones solapadas y proteger las instituciones educativas y organizaciones sin fines de lucro de la persecución política.

Mientras el humo se disipa, la verdadera tragedia se revela: una educación de calidad se desvanece, dejando a los jóvenes nicaragüenses atrapados en un sistema que no puede ofrecerles el futuro que merecen. Es imperativo que la comunidad internacional preste atención a esta situación y defienda el derecho fundamental de cada niño a recibir una educación sólida y segura, libre de interferencias políticas y manipulaciones. Solo a través de la educación genuina y competente se puede construir un futuro próspero y esperanzador para Nicaragua.

Educación confiscada en Nicaragua: un sistema torpe e inseguro

En Nicaragua, la educación se encuentra en una situación crítica. La confiscación de instituciones educativas por parte del gobierno de Daniel Ortega ha llevado a un colapso en el sistema educativo del país. Más allá de la mera confiscación de edificios y terrenos, lo que se ha perdido es mucho más profundo: el inicio y la seguridad en la educación.

Lo más preocupante es la incapacidad del personal gubernamental designado para gestionar estas instituciones. En lugar de profesionales capacitados y experimentados, nos encontramos con individuos colocados en posiciones por méritos políticos, no por su experiencia educativa. Esta situación ha llevado a un sistema de educación superior dirigido por individuos que carecen de la preparación necesaria para guiar adecuadamente a docentes y estudiantes.

La torpeza en la gestión educativa es evidente en las instituciones confiscadas. Los problemas administrativos, la falta de recursos y la ausencia de liderazgo competente han generado un ambiente inseguro para los educadores y los estudiantes. La falta de orientación adecuada ha llevado a un declive en la calidad educativa, lo que afecta negativamente el futuro de miles de jóvenes nicaragüenses.

Incremento Policial en Nicaragua: ¿Más seguridad o mayor represión?

El gobierno de Nicaragua se prepara para graduar al menos a 700 nuevos oficiales de policía provenientes de la Universidad de Ciencias Policiales “Leonel Rugama”. Es de recalcar que esto en lugar de representar un paso positivo hacia la seguridad ciudadana, solo alimenta un sistema represivo ya existente.

El hecho de que esta graduación sea dedicada al subinspector Avelino Guevara Obando, quien perdió la vida durante las protestas sociales de 2018 y posteriormente fue posthumamente ascendido al rango de comisionado general, genera aún más controversia. El gobierno, a través de su vocera Rosario Murillo copresidenta, ha afirmado: Compañer@s, también queremos compartir desde nuestra Policía Nacional algo que esperan las Familias…Casi 700 nuevos Policías que se estarán graduando, una Promoción dedicada al Comisionado General Avelino Guevara Obando, que fue asesinado por la delincuencia golpista, por los vandálicos, por los apátridas, en mayo del año 2018 en Siuna.

Este enfoque de aumentar la fuerza policial ha suscitado críticas porque, en lugar de fomentar la seguridad ciudadana, se interpreta como un esfuerzo para consolidar el control gubernamental y reprimir cualquier forma de oposición. La idea de que más policías equivalen a más seguridad se pone en entredicho, ya que muchos consideran que simplemente significa aumentar el número de agentes del Estado involucrados en la represión de la disidencia política y social en el país.

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En última instancia, este evento subraya una cuestión preocupante: en lugar de invertir en estrategias que fomenten la paz, la armonía y la justicia social, el gobierno parece inclinarse hacia la expansión de una fuerza policial que, según los críticos, puede utilizarse para restringir la libertad y los derechos civiles en lugar de protegerlos. Este enfoque plantea preguntas fundamentales sobre el verdadero propósito de una fuerza policial numerosa y plantea preocupaciones legítimas sobre el futuro de la democracia y la libertad en Nicaragua.

  1. Imagen obtenida de: https://cortesgretteI4.blogspot.com/2016/04/blog-post.htm ↩︎